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A toda edad puede suceder que, de repente, comencemos a escuchar menos. Es importante saber que hay patologías que, por no recibir el tratamiento adecuado en el momento preciso, pueden derivar en un perjuicio irreversible en el oído. Una de ellas es la otitis. “No consultar a tiempo, dejar el tratamiento a la mitad porque el niño ya se sintió bien, o simplemente esperar a que se pase sola, son decisiones que pueden traducirse en daño de las estructuras del oído”, explica el Dr. Juan Carlos Rojas, otorrinolaringólogo de Vidaintegra.

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La típica imagen de personas hablando y los abuelos gritando ‘¿qué dijo?’ o entendiendo mal, son reales hasta cierto punto, ya que si bien en la vejez es posible ir perdiendo la audición, estos problemas pueden darse a cualquier edad, incluso en la infancia.

“Dependiendo de la edad hay distintos tipos de patología”, precisa el Dr. Rojas. “En los niños se da mucho que tienen otitis recurrentes, o bien que no se logran mejorar. En los adultos se puede producir la otitis media crónica y en la adultez y vejez, es más frecuente la presbiacusia, que en palabras simples es el envejecimiento del nervio auditivo”. En el caso de los jóvenes, sobre todo en las mujeres, también está la otosclerosis, una enfermedad metabólica ósea que afecta a los huesecillos del oído. En todos estos casos es posible que, finalmente, se produzca un daño irreparable, como perder parte o la totalidad de la audición en uno o dos oídos.

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Atención con la otitis

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Una de las causas más frecuentes de pérdida de la audición es provocada por el mal manejo de las otitis en la infancia. “No consultar a tiempo, dejar el tratamiento a la mitad porque el niño ya se sintió bien, o simplemente esperar a que se pase sola, son decisiones que pueden traducirse en daño de las estructuras del oído”, advierte el especialista de Vidaintegra.

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Es por esto que se aconseja hacer siempre un seguimiento minucioso sobre todo en el caso de los niños que presentan varios episodios de otitis al año, y realizar evaluaciones regularmente para así evitar problemas a futuro.

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Por otro lado, existen pérdidas de audición transitorias, como en el caso de la otitis media u otitis externa, “que obligan a consultar de inmediato”, comenta el Dr. Rojas. “Entre los fenómenos agudos, lejos el más recurrente es la formación de tapones de cerumen, que hacen que lentamente disminuya la audición. Esto sucede por una condición natural de algunas personas que producen mayor cantidad de cerumen, y no tiene que ver con la higiene”. La buena noticia, indica el otorrino, es que con un buen tratamiento todos estos problemas agudos son reversibles y el oído puede no verse afectado.

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Oídos protegidos

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La exposición al ruido sin duda es un factor relevante a considerar. El facultativo señala que “en general en Chile la normativa legal en cuanto a los trabajos con exposición al ruido es clara y precisa. Los grandes problemas que se pueden presentar son básicamente porque no se cumple la normativa y el trabajador no utiliza los elementos de seguridad, o bien el empleador no los entrega”.

En cuanto al ámbito no laboral, “lo más frecuente es el uso de aparatos auditivos, y en 

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ese sentido aún nos falta conocer el real impacto que tendrá en el futuro, ya que el daño no se ve en el momento, sino que es progresivo, con pequeñas lesiones al principio”. Explica que los aparatos electrónicos no tienen estandarizado el volumen, por lo que no se puede determinar con precisión cuándo comienzan a ser nocivos. Pero sí existen algunos parámetros: si podemos escuchar a 80 centímetros lo que alguien está escuchando con audífonos, los oídos corren riesgo.

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“El mejor audífono es el grande, el que cubre el pabellón auricular, porque aíslan el ruido ambiente y se requiere menos potencia auditiva para escuchar”, aconseja el especialista.

Finalmente, recomienda que “cuando la persona sienta que está escuchando menos debe consultar, aunque sea solo por un oído”.

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Cómo mantener la salud de los oídos

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• Asistir a los controles infantiles anuales, ya que aquí se realizan screenings que permiten identificar cualquier problema auditivo.

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• Poner atención a los episodios de otitis y controlar de manera regular si se presentan con frecuencia.

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• No manipular el oído con ningún elemento: cotonitos, rascadores, etc., ya que puede empujar el cerumen o bien dañar las estructuras.

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• Si hay presencia de tapones de cerumen, acudir con un especialista para su correcta limpieza.

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• En jóvenes y adultos se puede hacer pruebas sencillas como utilizar un teléfono celular en ambos oídos: debiésemos escuchar igual de bien en ambos casos. En los niños se puede probar susurrándoles a sus espaldas, es decir, que no nos vean, para asegurarnos de que pueden escuchar bien con ambos oídos.

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Fuente: Vida Integra.

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